Esta entrada la quise dedicar a este tema porque justo este jueves
5 de febrero, me volvieron a poner un collarín.
Para empezar, la primera vez que utilicé uno, fue cuando vivía en
Irapuato. Era el día de mi cumpleaños y en la escuela siempre llevaban un
pastel y algunas botanas, cada cumpleaños de alguna persona.
Ese día, me llevaron el pastel y como es de costumbre, querían que
hiciera mordida. Yo no negué pero igual ellos me empujaron y al hacer yo
resistencia para no meter mi cara, fue donde se creó la primera lesión. En el
momento no sentí algún dolor pero al día siguiente ya no aguantaba mi cuello.
Me llevaron al hospital para hacerme radiografías y se indicó que tenía un
esguince cervical de primer grado y me recetaron usar collarín.
La segunda vez fue en la semana de exámenes finales de sexto
semestre y ese día, eran como las seis de la mañana y ya se me había hecho un
poco tarde, entonces me levante rápidamente de la cama y al momento de
levantarme, solo sentí como si hubiera tronado mis huesos y empecé a sentir un
dolor horrible en donde ya me había lastimado.
Ese día igual fui a la escuela a hacer mi examen con muchísimo
dolor y saliendo se supone que me iban a llevar al hospital, pero me llevaron
como hasta las nueve de la noche.
El doctor dijo que me había vuelto a lastimar en el mismo lugar y
que tendría que volver a usar collarín. Lo
gracioso de esa vez, fue de como lo tuve que usar como un mes entero,
fui a mi graduación con collarín.
Este ultima vez, sucedió el jueves, y fue saliendo de la escuela.
Mi papá me recogió y en la lateral de la Av. López Mateos, estábamos en el
semáforo en rojo y llegó una chava por detrás y fue ahí donde me volví a pegar
en la cabeza.
El doctor dijo que no fue algo tan grave el accidente, sino mas
bien, por los antecedentes que tenía, era necesario usar el collarín y así es
como he usado el collarín tres veces a lo lardo de mi vida y espero que ahora
sí, esta sea la última vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario